martes, 12 de octubre de 2010

Día 7

Primera semana. Creo que no me puedo quejar demasiado. Me puedo quejar. Yo siempre me puedo quejar. Pero no demasiado.

Mi principal meta del día ha sido estructurar una clase que daré el jueves a alumnos rusos. Una clase en español sobre, básicamente, lo que yo quiera. Centrándome en lo “mio”, hablaré de cultura española. Pero intentado romper tópicos. Será la primera vez que sea profesor. Estoy bastante entusiasmado con la idea.

Los objetivos secundarios han sido llenar la despensa y ver el partido de la selección. Solo uno lo he conseguido. Al menos no tendré hambre.

Cervezas, y hoy incluso ron, hasta las dos. Muy agradable.

Me sorprende lo rápido que me voy acomodando.

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