Primera toma de contacto con la noche moscovita. Mi impresión es muy positiva. Creo que los rusos y las rusas saben pasárselo muy bien y que pillándo el rollo, uno puede divertirse aquí tanto como en España. En mitad de la noche pasamos al día de mi cumpleaños. Ha sido genial. Cadiz, Salamanca, Frankfurt, Barcelona y ahora Moscú se une a ciudades que me han visto pasar de año.
Empiezo a tener la sensación de que quizá dos meses se van a quedar un poco cortos…
En otro orden de cosas, hoy por fin han cambiado mi cama soviética. Bueno, no la han cambiado, la han arreglado. Y he aprendido una importante lección: nunca digas que tu cama está para tirarla sin que antes un ruso haya intentado arreglarla.
Pues nada, me voy a dormir a mi cama soviética… digo, a mi cama de la Perestroika.
No hay comentarios:
Publicar un comentario